martes, 9 de diciembre de 2008

Quedé apaciguada en mi impulso,
creí llegar hasta perder el pulso,
cuando a los ojos dulcemente me miraste,
y tu amor por fin me declaraste.

Creí que del suelo mis pies despegaban,
por la sonrisa que tus labios regalaban,
sentí tus manos rozar mi frente,
y con un beso te apoderaste de mi mente.

Perdí mi equilibrio con sólo tomar tu mano,
mis labios esbozaron un dulce te amo,
sentí que mi rostro se cohibía, cambio de color,
y en mi cuerpo tembloroso, sentí calor.

Amor, de todos mis sentidos te apoderaste,
de aquellos que no conocía, despertaste,
eres todo lo que necesito en mi vida,
la luz, el sol, el aire, la brisa,
el cielo, la tierra, mi llanto, mi sonrisa.

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